
Hola!!
Aquí estoy en Madrid, torrándome de calor. Llevo sin ver una gota de lluvia… casi un mes!! Como diría mi Amiga Especial (AE), todo un milagro que esté sobreviviendo un anfibio como yo, acostumbrado al clima de mi tierra.
Desde que volví de vacas estoy currando en turno de mañana, así que me queda algo más de tiempo para ir a la piscina… montar videos… etc. Hoy 31 de julio mucha gente pilla vacas. Yo no, pero weno, esperaré ansioso el 23 de agosto, que me voy a Irán. Mi Hermano Iraní (HI) me ha pasado un plan de viaje que promete, pero estamos un poco acojonaíllos por los alojamientos en que nos va a meter, sobre todo si tenemos en cuenta que la última vez que nos buscó hotel barato en Londres mi Venerable Madre (VM) acabó llena de marcas que le habían dejado unos chinches, y su cama acabó inundada cuando los de arriba decidieron ducharse…
Pero de momento yo sigo en Madrid. Y el finde pasado aparecieron por aquí algunos coleguitas. Los muy perros dicen que no venían a verme a mí, sino a mi Compañera Novata (CN), y que yo era un “efecto colateral”. Lo dicho, unos perros, pero sé que en el fondo me querían ver a mí.
El sábado fuimos al aquapark que hay cerca de Madrid, y por una vez no la lié yo.
Íbamos a salir de casa, y nos fuimos preparando. Yo, como hago en estos casos para no olvidarme nada, fui repasando en volz alta lo que llevaba, para que si me faltaba algo me lo recordaran.
YO: “Llevo la toalla, la cartera, la crema…”
Altavoz Informático (AI): “Ay!! ¿Me dejarás un poco de crema?”
YO: “Claro”
Slow Nicotina (SN): “Quiero un cigarro. Y yo también llevo crema ya os dejo”
AI: “Ah qué bien, pues me quedo con la tuya”.
Ilusa. No sabía cuánto se arrepentiría de eso…
Llegamos al parque. Tras hacer un poco de cola entramos y tras esperar a Slow Nicotina a que acabara de acicalarse ¡¡¡para entrar en las piscinas!!! a su velocidad habitual, y esperar a que se fumara un cigarro, y esperar a que le gustara un lugar donde poner las toallas, nos dimos la crema. Las tres chicas se dieron la crema de la SN. Mi Amigo Pavo pasó de darse crema, y yo me di la mía.
El día fue pasando, nos íbamos bañando, y el solano cascaba que daba gusto. Como mi crema era de estas de spray (o como se escriba), hacía la gracia de echarles de vez en cuando, con la correspondiente bordería que me soltaban después. No sabían que en el fondo mi avanzadísimo subconsciente sabía qué iba a ocurrir… e intentaba remediarlo.
Al final del día nos fuimos de vuelta a casa. Las chicas comentaban cómo les había dado el sol, y de hecho estaban como Ana la de Mecano (Torrojas). Una vez en casa nos duchamos para prepararnos a salir. Lógicamente, sabedores de la parsimonia y pachorra extrema de SN, le dejamos… bueno, le obligamos a ducharse primero. En casa se veían realmente los estragos del sol en nosotros.
- Mi Amigo Pavo (AP) no tenía apenas quemaduras, si acaso un poco la nariz, dado su tono caca natural.
- Yo tampoco, ya que mi crema me protegió y además traía algo de color.
- Slow Nicotina estaba un poco quemada, pero como también traía algo de color no en exceso.
- Pero Altavoz Informático y mi Compañera Novata estaban muy muy muy quemadas. De hecho un fotógrafo de Cuando Haces Blog Ya No Hay Stop tuvo acceso a ellas y obtuvo las siguientes instantáneas, que son 100% reales.


Cuando Slow Nicotina salió de la ducha empezó a darse una crema hidratante que tenía. Y entonces se descubrió el pastel.
SN: “Qué raro… qué espesa es esta crema…”
Entonces miró el bote y se encontró esto: (foto 100% real)

Su cabecita churruscada comenzó a pensar e hizo la siguiente deducción:
“Quiero un cigarro. Pero… si la crema que tenía por hidratante ha resultado ser la solar… la que he llevado al parque y nos hemos dado para protegernos del sol … ups!!”
Sacó el otro bote de la bolsa y resultó ser este (100% real):

Altavoz Informático y mi Compañera Novata así:
AI y CN reaccionaron soltando muchos tacos que no reproduciré porque en este blog ya no se dicen tacos, pero que podréis intuir:
CN: “Fruta Slow Nicotina de los cajones!! “
AI: “¿Cómo se puede ser tan Cebollas? Fruta SN!!”
Mientras tanto Slow Nicotina se fumaba un cigarro y se descojonaba.
Después fuimos a cenar los 5. Bueno, los tres extractos de carbón, mi Amigo Pavo y yo. Allí, yo tomé el relevo de los ridículos, para variar.
Estábamos en el restaurante y le alegré la noche al camarero, que en su blog estará poniendo esto mismo. Pedimos una jarrita de sangría que nos ventilamos en un pispás, entre que estaba buenísima y hacía un calor que

(tetorras).
Pedimos que nos trajeran otra jarra. Yo me metí tan de lleno en una conversación, o en mi mágico mundo vete a saber, que debió traer la jarra y no me entere. Así que a los 5 minutos el camarero vuelve.
YO: “Perdona, ¿la jarra e sangría?”
Él: “Está ahí”
Y la bonita jarra asomaba detrás del servilletero. Pasado el ridículo inicial y el descojono de mis dos amigos y las dos piezas de carbón, trajeron las tostas para comer. Para los que no sepan qué son, son unas tostadas con lo que pidas por encima: carne, queso… lo que sea. Me dan la mía, la cojo, y al darle un enérgico bocado se parte por la mitad y me cae todo encima. Nuevo descojono de los presentes.
Yo prometo no meter más la gamba. Entonces se acerca el momento de pagar. Pedimos la cuenta. Pasan unos minutos y le digo al camarero:
YO: “Perdona, ¿la cuenta?”
Él: “¡¡Está ahí!!”
Descojono unánime, incluido el camarero. Yo me intento disculpar:
YO: “Perdona, soy canario… voy con una hora de retraso…”
Él me miró así:

Conste que los Canarios me caen muy bien.
Después salimos a tomar algo en una terraza e hice mi fin de fiesta. Ya con mi Amiga Especial incorporada al grupo, estábamos en la terraza y me dio por levantarme al baño. Fui a la puerta del bar, que estaba cerrada desde dentro. Allí, detrás del cristal y de la barra del bar, un hombre me miró al ver que intentaba abrir y me hizo un gesto señalándose el reloj, como diciendo que a estas horas estaba cerrado.
Yo pensaba: tío, estoy ahí en tu terraza, aunque no dejes más clientes, yo ya soy cliente tuyo!!! Así que me puse a gesticular en plan: yo-ahí fuera- quiero mear ahí dentro. El “yo” señalándome a mí. El “ahí fuera” a la terraza. Y el 2me meo” a mis partes bajas. El tió no debió interpretarlo bien y me hizo un gesto obsceno invitándome a irme. Miré hacia atrás y vi que mi AE se descojonaba. Entonces vi otra puerta de otro bar, que por lo visto era al que realmente pertenecía mi terraza.
De forma discreta aunque veloz, fui, entré, y meé, o como diría J.César: “Vini, vidi, y meé”. Luego, como es habitual, cachondeo mayúsculo en la mesa.
En fin, de todo tiene que haber…
No quisiera despedirme sin invitar a mi público a una nueva encuesta de vital importancia. Es un problema para el que hay que pensar y mucho:
Tú quieres hacerte un colacao en el microondas. ¿Cómo lo haces? Importante tener en cuenta que es cola cao del normal. Y que es en microondas. Medita tu voto, la reputación de mi AE y la mía propia, y mucho cachondeo, están en juego...