19 de mayo de 2010

EXPERIENCIAS CON UNA LLAMADA DE TELÉFONO


Hola!!

Los acontecimientos sucedidos estos últimos días me obligan a escribir otra vez aquí. Y es que el otro día recibí una llamada de teléfono rara, rara, rara.

Antes que nada, anuncio a mi audiencia fiel que este fin de semana vuelvo a Cannes por tercer año consecutivo. Tranquilos, ya he avisado a la gendarmería para que escolten a los actores ante mi llegada, y de paso me escolten a mí a la salida de las ruedas de prensa (léase experiencias en Cannes anteriores: http://cuandohacesblogyanohaystop.blogspot.com/2008/05/experiencias-en-cannes.html y http://cuandohacesblogyanohaystop.blogspot.com/2008/05/experiencias-en-cannes-ii-accidentes-y.html en este mismo blog.

A la vuelta contaré anécdotas, que seguro las hay.

Pero a lo que iba. El otro día, volvía yo de un largo día de trabajo, y recibo en el móvil una llamada de estas de un número muy largo, o sea, centralita de una empresa. Nnca podría haber adivinado la conversación que mantendría:

Operadora: "Buenas tardes, ¿eres Javier?"
YO: "Sí"
Op: "García Garaizar, ¿verdad?"
YO: "Sí, ¿quién es?"
Op: "Hola Javier, muy buenas, qué tal estás"
Yo: "Bien..."
Op: "Mira, te llamo de Telepiza de el Antiguo (mi barrio de Donosti)"
Yo: "Ah..." Yo ya pensando en que era la típica oferta o encuesta.
Op: "Verás... ¿cómo te van los estudios?"
Yo: "¿Perdón?"
Op: "Los estudios, ¿te van bien?"
Yo: "Sí... terminados"
Op: "Ah, ¿en mayo? Si cada vez acabáis antes"
Yo: "Bueno, sí, hace unos años ya"
Op: "Ah, pues mira que yo esto pensaba que era una cosa de hace poco".

Yo me quedé callado en plan: ¿por qué me preguntas esto?

Op: "Verás Javier, te preguntarás por qué te pregunto esto"
Yo: "La verdad es que sí..."
Op: "Mira, es que te iba a ofrecer... ¿tú tienes carnet de moto?"
Yo: "¿Cómo?"
Op: "Es que aquí no lo pone, entiendo que no, pero por si acaso te pregunto"
Yo: "No, de moto no, pero..."
Op: "Me imaginaba, mira, pues entonces a lo que iba; te iba a ofrecer un puesto en caja este verano"

A mí casi me da un telele.

Yo: "¿Qué?"
Op: "Bueno, haciendo primero una entrevista claro..."
Yo: "¿Esto es en serio?"
Op: "Claro... ¿qué pasa, ya tienes algo?"
Yo: "Hombre, pues la verdad es que sí. Trabajo."
Op: "Qué rápido has encontrado, ¿no?"
Yo: "Bueno, llevo 4 años..."

Silencio.

Op: "4 años... ya... esto... ¿tú cuantos años tienes?"
Yo: "26"
Op: "Ay... ay... "
Yo: "Perdona, pero no entiendo cómo habéis dado conmigo..."
Op: "Yo... yo... lo... lo siento, jo, perdona, de verdad, es que... ¿tú has echado alguna vez el curriculum aquí?"
Yo: "Pues... no sé... puede que algún verano que busqué algo que hacer... pero hace..."
Op: "¿unos 10 años?"
Yo: "Algo así"
Op: "Ay madre... es que... no sé cómo ha salido ahora tu curriculum por aquí, dice que tienes 17 años en lugar de tener fecha de nacimiento, y... Qué vergüenza..."
Yo: "Jjajaja bueno, no pasa nada... "
Op: "No, de verdad, lo siento mucho..."
Yo: "No pasa nada, no te preocupes."

Así que, queridos lectores, mi moraleja después de esta experiencia es doble:

1. Nunca desesperéis en la búsqueda de trabajo, nunca se sabe cuándo te pueden llamar.
2. En Telepizza necesitan gente, ¡mandad vuestros curriculums!

¡Vota!




Pd: ¿Os acordáis del profesor de árabe que metía fichas a mi Amiga Especial (AE)? Ese que le mandaba videos de parejas acarameladas para ella "y su boyfriend" cuando se enteró de que tenía boyfriend.
Pues ha vuelto a la carga. Este el el último que nos dedica... a los dos, cómo no.

2 de mayo de 2010

EXPERIENCIAS EN ISLANDIA




Hola!

Bueno, después de tres semanas que casi no he parado, por fin puedo ponerme a contar algo de mi viaje a Islandia.

Sabréis que estuve allí del 1 al 8 de abril. El viaje en sí estuvo genial. Dimos la vuelta a la isla y vimos casi todo. Digo casi, porque la nieve nos impidió ver un par de sitios que estaban en nuestros planes, pero de todas formas lo que vimos fue de lo mejor.

Encima, nos encontramos con una visita de propina: a un volcán de nombre impronunciable le dio por entrar en erupción dos semanas antes de ir nosotros, y cómo no, nos acercamos a echar un vistazo.

El caso es que, como en todo viaje, me he traído un par de "experiencias".

Todo el viaje iba bastante bien hasta que nos acercamos a la zona del volcán. La tarde anterior, según entrábamos en la zona de Vik, pueblo costero cerca del volcán, mi Hermano Rancio (HR) dijo eso que dice tantas veces en el coche:

HR: "¡¡Foto!!"

Cuando dice eso muta a una especie desconocida y desquiciada que necesita, ansía, anhela parar ahí mismo y bajar a sacar una foto.

Así que, como iba conduciendo yo, me fui a un lado que tenía un entrante como a una playa. Mi idea era parar en el mismo entrante, pero no me dejaron.

Venerable Madre (VM): "Pero vete un poco más cerca de la playa, ya que estamos".
HR: "Por ahí, por ahí..."

Ellos me indicaban que fuera hacia un montículo. Lo subimos y frente a nosotros estaba la playa, de tierra muy oscura.

YO: "Ala ya está".
VM: "De eso nada. Sigue un poco, métete en la playa, si total aquí no hay nadie y tenemos un todoterreno..."

y como donde hay patrón no manda marinero, me metí. Aparco y bajamos a echar las fotos. Al poco subimos y me dispongo a meprender la vuelta a la carretera. Iba a dar marcha atrás, pero una vez más mi VM intervino.

VM: "Pero, ¿qué haces?, Da la vuelta ahí delante, ¿no ves que no hay nadie?"

Así que fui hacia delante y poco a poco fui dando la vuelta. Y poco a poco... poco a poco... me quedé parado sin poder avanzar. Aceleraba y no nos movíamos. No era muy buena señal, la verdad, pero sobre todo era mala señal ver cachos de tierra salir despedidos hacia arriba cuando intentaba acelerar.

Así que bajamos y vimos las ruedas hundidas hasta la mitad. Y nos pusimos... bueno, me puse a quitar tierra de las ruedas. Porque mi Honorable Padre (HP) estaba de mirandas animándome telepáticamente. Y mi VM y mi HR había decidido ir a buscar ayuda al pueblo.

Y yo me quedé con mi labor de desenterramiento del coche. Tenía una pinta algo así:



Al poco rato aparecen mi VM con mi HR y dicen que viene ayuda del pueblo. Y detrás, aparece un coche con ruedas gigantes, tipo micromachine, algo así:



Se bajan dos tipos que me ven colocando las alfombrillas de nuestro coche debajo de las ruedas, para poner algo de superficie dura y ver si lo puedo sacar. Uno de ellos me mira con cara de "qué huevos estás haciendo". Coge la alfombrilla, y tras sacudirla un poco, la mete al coche. Cogen una cuerda y enganchan su tanque a nuestro coche, y a la primera lo sacan. Y yo... yo ahí en el suelo con la otra alfombrilla en la mano y queriendo llorar.

Bueno, el caso es que al día siguiente intentamos ir al volcán. El volcán está encima de un glaciar, y para llegar a él había que ir a una granja, dejar nuestro coche, subir a un jeep con ruedas de esas gigantescas, y tras hora y media de recorrido sobre el glaciar, llegaríamos al volcán.

Sonaba, cuando menos, divertido. Así que llegamos a la granja. Una hora después nos dijeron la ruta que haríamos, pasando por el glaciar sobre un volcán dormido, ese que ahora dicen que puede despertar y terminar de liarla parda; y que poco después llegaríamos al volcán.

Así que nos dijeron que subiéramos a un jeep. Subimos al de un chico joven que parecía majete, al que llamaré Conductor Cabezota (CC). La experiencia nos demostró luego que majete no sé, pero giliollas (no se dicen tacos en etse blog por dictamen de mi abuela) era un rato.

Subimos. En el coche íbamos: en el asiento delantero un alemán con una cámara enorme, creo que era fotógrafo. En el asiento posterior mi Honorable Padre (HP) y yo; y en el último asiento iban mi Venerable Madre (VM) y Hermano Rancio (HR). Así que arrancamos y fuimos ascendiendo al glaciar. Despues de andar un rato sobre nieve nos dice:

CC: "Ahí delante acaba la montaña y empieza el glaciar". A nuestros ojos era lo mismo; todo blanco:



Intentamos subir la primera cuesta sobre el glaciar. Y digo intentamos porque en la mitad nos quedamos parados sin poder avanzar. El CC miró por la ventanilla y se dio cuenta de que era mejor volver atrás sobre nuestro rastro, desinflar un poco las ruedas para que agarrase mejor, y subir siguiendo el "camino" que habían dejado los jeeps anteriores. Lo intentamos y conseguimos subir esa cuesta. Una vez arriba, nos encasquetaron a un guiri de otro jeep porque tuvieron una avería, un tío mezcla de Quentin Tarantino y Gerard Depardieu de lo más gracioso.

Encontramos una gran extensión de nieve ante nosotros:



Había partes que eran hielo, pero la mayor parte era una capa enorme de nieve sobre el hielo del glaciar. Y ni con nuestro super coche de ruedas gigantescas podíamos avanzar, a no ser que fuéramos siguiendo el rastro de otro coche y haciendo más huella con las ruedas.

Pues bien, empezamos a avanzar siguiendo ese rastro. Pero a CC le debía de parecer aburrido, o poco emocionante, y decidió ir por libre y salirse del trazado. En un principio avanzábamos, pero recorridos unos 200 metros, nos quedamos parados. EL CC hacía intentos de salir de ahí con arrancadas esporádicas (y el correspondiente meneo del coche), pero nada. Así que volvimos atrás hasta la trazada anterior.

A estas alturas el resto de jeeps ya nos sacaban un trecho considerable; en el interior del coche, empezaban los comentarios tipo: "qué cabezota, ¿np ha visto que antes no hemos podido?"

Avanzamos entonces por la trazada, otra vez. Íbamos bien hasta que, de nuevo, un par de kilómetros más tarde el CC se aburrió y se fue a conocer mundo por otro lado. En un principio avanzamos, pero poco a poco la capa de nieve se hacía mayor y acabamos parando.

VM: "Pffff" (descojonada de la risa)
HR: "Pero ¿ a este tío qué le pasa?"

Empezó entonces el show de trompicones para intentar salir del agujero. Pero nada. Nos movíamos arriba y abajo pero no podíamos avanzar. Mientras tanto, Quentin miraba por la ventana con una sonrisa en la cara; el alemán de delante miraba al frente, y mi HP... mi HP estaba pálido y sudando la gota gorda, empezando a marearse por tanto movimiento.

HP: "Déjame salir" me dijo.

Le dejo salir y baja a tomar el aire. El CC se da cuenta del careto de mi HP y le dice que si está enfermo, se ponga delante.

HP: "Ay.... "
CC (al alemán, en inglés): "Por favor, si no te importa cambiarle, el señor está un poco enfermo"

El alemán, de mala gana, cambió. Y claro, a mí me tocó entre él y el Quentin, una fiesta vamos. Mientras tanto detrás mío seguía el descojono padre entre mi VM y mi HR.

Hecho el cambio, el CC se dio por vencido y retrocedió a la trazada de la que nunca debimos salir. La retomamos y volvimos a seguir el recorrido inicial. EL CC de vez en cuando miraba de reojo a mi HP y su cara pálida. Pero no debió verle muy mal cuando, un par de kilómetros más tarde, OTRA VEZ, se salió y fue a recorrer el glaciar por su cuenta.
Al momento, mi HR y VM se partieron de risa. Mi HP se agarró a un asa del coche y se acordó de la VM del CC; el QUentin seguía igual que antes (llegué a pensar que era de cera), y el alemán bajaba un poco la ventanilla, yo creo que víctima del mareo también.

Tras recorrer un cacho de glaciar, otra vez, nos paramos. Mi HP ya no podía más y bajó a tomar el aire un poco más. El CC miraba perplejo la cara de mi HP y se bajó a preguntarle si estaba bien. Mi HP fue claro:

HP: "Ayyyyyyyyy...."

Aparte de eso, mi HP y el CC debieron hacer buenas migas, porque aprovecharon la parada para hacer pis. Ya se sabe, picha española... nunca mea sóla. Así que el CC le acompañó en tan entrañable momento sobre el glaciar.

En el interior, proseguía el jolgorio y despiporre.

VM: "jajajajajajaja" llorando de la risa.
HR "¿qué llevamos, 4 veces intentando ir por caminos nuevos y lo sigue intentando?"
VM: "Papá va a matarlo"
YO: "De momento se han puesto a mear"
VM: "jajajajajajaja"
HR: "Yo creo que está poniendo su nombre en e glaciar para que se vea desde el aire y por eso nos salimos tanto"

Subieron otra vez al coche y volvimos atrás. A partir de ahí seguimos el trazado en todo momento. Yo creo que el CC iba realmente acojonao por la cara mi HP. Se pensaba que iba a cargarse un turista o algo así.

El recorrido fue aburrido, es decir, a 40 km/h como mucho, pero al menos avanzamos. Tan aburrido se le debió hacer al CC, que en una bajadita que hubo aceleró y no debió de ver un bache. El bote que dimos fue impresionante. No sé si levantaríamos todas las ruedas en algún microsegundo, pero vimos por el cristal delantero la nieve del suelo. Un fuerte ruido sacudió el coche y una caja de herramientas (con sus herramientas) salió despedida del maletero y acabó junto a mi VM y mi HR.

El CC se reía, y a los demás nos entró típica risa nerviosa de: "jejeje... qué jodío el conductor..."

En fin, que fue divertido. El resto del periplo en el glaciar fue normal. El CC no dejaba de mirar a mi HP por si acaso, pero estaba realmente acojonao.

Y sobre todo, el viajecito por el hielo mereció la pena para ver esto:




Fotos: HR