7 de septiembre de 2011

EXPERIENCIAS CON UNA AMBULANCIA


Hola!

Me acaba de pasar algo que aún no estaba en mi curriculum de anécdotas, y la verdad no creía que me pudiera pasar.

Estaba volviendo yo del trabajo, y he entrado como siempre a Madrid por Moncloa. Tras saludar a Zapatero y decirle que le vaya bien en la jubilación, he empezado a bajar la calle Princesa.

Los que no seáis de Madrid no entenderéis de qué hablo, pero bueno, que me he metido en zona urbana después de dejar la autopista. Bueno, pues estaba parado en el primer semáforo, cuando he oído una sirena por detrás y he visto las luces naranjas parpadeantes.

Yo estaba en el carril central, y la gente estaba apartándose para dejar pasar a la ambulancia, echándose todos hacia la derecha o hacia la izquierda. Cuando ya me tenía que echar yo hacia alguno de los lados, estaba todo lleno de coches, así que he optado por tirar hacia adelante. La ambuancia se ha puesto justo detrás, y yo he acelerado.

Acelerando acelerando, he llegado a un semáforo en rojo, que he pasado veloz al ver que la ambulancia me pisaba los talones. Iba yo preso del pánico buscando un lugar donde apartarme, pero había mucho tráfico y la ambulancia iba realmente pegada. Tan estresau iba, que me he pasado el túnel por el que me suelo meter y he seguido calle abajo, rapidísimo. He pasado otros dos semáforos en rojo, porque justo cuando llegábamos la gente ya estaba parada al oir llegar la ambulancia ruidosa de los cajones. Y yo que seguía. Y la ambulancia detrás. Y yo pensando: en algún momento se irá. Y no se iba.

Así hemos estado unos minutos más. He entrado en Gran Vía y justo cuando veía un hueco para apartarme he girado a la derecha, pero la imbécil de la ambulancia ha debido de coger gusto a mi coche, y ha venido detrás, así que he tenido que acelerar otra vez y seguir, con el niiiinoooo de la sirena en las orejas. He llegado a Callao (mitad de Gran Vía) y he pasado volando delante de dos polis que cortaban el tráfico que venía por otro sitio para que pasara la ambulancia...y el pirao que iba delante abriendo paso (yo).

Pues nada, que he seguido, he seguido... y para cuando me he querido dar cuenta... estaba en Cibeles, lugar donde la ambulancia ha girado y se ha ido.

He mirado el reloj, y he hecho el trayecto Moncloa-Cibeles en ¡4 minutos! Así que doy fe de que las ambulancias van a toda leche.

13 de julio de 2011

EXPERIENCIAS SALTANDO EN PARACAÍDAS




Hola!!

Este verano no estoy parando quieto. He estado de aquí a allí, haciendo cosas tan variopintas como lanzarme en paracaídas, ir a Perú, currar un poco, y viajar también a Escocia. Y como entre una cosa y otra no ha pasado más de unos pocos días, no me he puesto a escribir aquí. Pero ya me pongo las pilas y voy a ir actualizando esto más y mejor.

Pero vayamos por partes. El 6 de junio me tiré en paracaídas. Sí, yo. Se me ocurrió regalárselo a mi Amiga Especial (AE) como regalo de cumpleaños, y yo me tiré con ella. Los días anteriores ya tienes como un cosquilleo, unos nervios que te recuerdan que en poco tiempo deberás subirte a un avión y a 4.000 m. lanzarte al vacío. Pero hasta el mismo día no se es realmente consciente de lo que se va a hacer.

El sábado en cuestión cogimos el coche y nos fuimos a Ocaña, en Toledo, donde está el aeródromo. El viaje fue bastante... mudo. Mi AE no hablaba mucho y me preguntaba si yo no estaba nervioso, a lo que yo respondía que por supuesto que no... soy el hombre de la pareja, había que mostrarse fuerte e impasible.

Ella se durmió y no despertó hasta encontrarse junto a la pista. Hay que aclarar antes que nada que nuestros queridos amigos nos habían dicho previamente cosas del estilo de "pues os vais a comer mogollón de mosquitos cayendo", "¿me dejas tu plasma en herencia?", o "hoy mi amiga se tira en paracaídas, ¿volverá con las bragas blancas?". Fuera como fuese, nos plantamos allí.

Fuimos derechos al hangar donde se sitúa la escuela de paracaidismo donde íbamos a saltar. Nos acercamos a la oficina y dijimos que teníamos un salto reservado. Entonces el hombre detrás del mostrador nos dio una hoja muy tranquilizadora que debíamos firmar, y en la que más o menos venían a decirte que asumías que podías sufrir desde lesiones cardíacas, hasta quedarte parapléjico, perder un bebé si estabas embarazada (supongo que porque se tesaldría de golpe al caer a toda velocidad y luego no habría quien lo encontrase), o incluso matarte, y que en cualquier caso nunca sería culpa de la empresa.

Así que cogí la hoja y fui rellenando mis datos, hecho lo cual se la di al amable hombre del mostrador. Él cogió el folio y fue pasando los datos a su ordenador, hasta que de repente se paró y miró fijamente la hoja. Yo pensaba que había leído mi nombre y le sonaría, dada mi gran y reputada fama mundial. Pero en vez de eso, frunciendo el ceño me dijo:

"¿La dirección es... General Duende?"
Yo: "Eh... no, pone Travesía Conde Duque"
Él: "Buf!! madre mía...si tú lo dices..."

A todo esto, mi AE al lado partiéndose de risa y burlándose, como no podía ser de otra manera: "Jajajaja, Javier, estás tan acojonao que no puedes ni escribir tu calle, aunque vayas de durito".

Pasado este incómodo lance, y con mi "hombría" en niveles que ni la Bolsa, nos dijeron que teníamos que salir y esperar turno. Concretamente, íbamos en el vuelo 16 del día, lo que significaba que tendríamos que ver cómo subían y bajaban 5 avionetas y sus correspondientes pequeños suicidas. Así, pa ponernos en situación.
Una hora y media más tarde nos llamaron; entramos en el hangar y nos pusieron un mono (de vestir, no animal, una vez un hombre se equivocó de mono y no veáis el trompazo que se dio, tanto él como el pobre mono). Nos asignaron además dos monitores que irían pegados, literalmente, detrás nuestro.

La verdad es que ninguno de los dos estaban muy cuerdos. El mío parecía muy experimentado, muy equipado, y me daba mensajes de ánimo a los que yo hubiera querido responder, pero me limitaba a pensar para mis adentros, en plan:
Él: "Ya verás tío, lo vas a pasar de Fruta Madre (no se dicen tacos en este blog), relájate, disfruta, y abre bien los ojos" Yo pensando: Si me relajo mucho vas a sufrir majete, que vas detrás mío.
Él: "vas a cagarte con la experiencia, va a ser lo más flipante que hayas probado" Yo pensando: Sí, en lo de cagarme estamos de acuerdo.
Él: "esta va a ser tu nueva droga". Yo pensando: ¿Nueva? ¿pero tú qué insinúas?

Después de esos mensajes de ánimo y motivación, acabó diciéndome:
"Mira chaval, me caes bien". Hasta aquí todo normal, caigo bien a todo el mundo.
Y continuó: "Normalmente la postura de caída es esta, pero como pareces un tío de Fruta Madre, vamos a hacer algo que muy pocos hacen. ¿Te gusta la velocidad?"
Yo respondí: "Bueno, si no me gustara creo que no habría venido..."
Él: "la caída normalmente es lenta... ya sabes... 200 km/h... (a este le tuvo que fastidiar mucho lo de bajar la velocidad en autopistas) pero como eres tan de fruta madre, cuando yo te haga una señal vas a poner brazos y piernas así, y caeremos en picado durante un tiempo, cogiendo más de 250 km/h".

Yo en ese momento estaba algo así:



Bueno, pos el momento llegó. Salimos a la pista y allí estaba nuestro avión. Mi cara en ese momento con el loco de mi monitor (para ver las fotos más grandes, pinchad en ellas):



Inciso: llamar avión a eso es quizás ser demasiado generoso. Era una cosa con dos alas y una puerta corredera con capacidad para 8 personas apiñadas. Cerraron la pseudopuerta (pa que no hubiese corriente, porque pa lo que servía...), y enfilamos la pista. Mi aspecto en las cuatro latas con alas:




AL poco empezamos a subir. Fuimos subiendo...subiendo... y subiendo un poco más. Cuando se me ocurría mirar por la ventanilla veía todo...como que muy lejos. Así que pregunté a ver si saltábamos ya o qué. Mi monitor casi se parte de la risa y me enseñó un altímetro que llevaba en la muñeca: 2.000 metros. Así que quedaban otros 2.000. Pos nada, pa arriba se ha dicho!!

Un poco más tarde, a una altura en la que en los aviones comerciales ya te dicen que te puedes quitar el cinturón, sonó un pitido. Al momento, un loco que estaba a mi izquierda, junto a la pseudopuerta, la abrió y se formó un mini vendaval dentro de la avioneta. Le miré escandalizado como diciendo:

"Tíiiiiio!!! estás majara??? acabas de abrir la puerta de un avión!!!!!" Sin pensárselo dos veces se puso de cuclillas, cogió a otro que estaba al lado, y en un abrir y cerrar de ojos saltaron separados y desaparecieron en medio de las nubes. Fue una visión de lo más impactante que he visto nunca. Exactamente así:



Seguido, otro tío que estaba sentado sólo en el suelo se levantó, se acercó a la puerta, y saltó de cabeza. Y después otro. Yo iba echando cuentas y veía que en la mierda de avioneta esa íbamos quedando muy pocos. Hasta que el pirao de mi monitor me dijo:
"Venga tío, ha llegado el momento" Y me empujó hacia la puerta hasta que nos sentamos sacando las piernas afuera. Yo miraba abajo, veía las nubes tannn lejos bajo mí... y tenía esta cara (y mirad la del loco de mi monitor):



Y el momento llegó, el monitor gritó cuatro cosas y de repente noté que desaparecía el suelo del avión, y mucho aire en la cara. Y empecé a caer. Fue como bajarse de un bus en marcha. Aquí está la foto del momento en que me bajaba del avión:




Y toda la angustia, los nervios, que pudieron aparecer en esos momentos de subida en el avión, se fueron con el aire que me daba en la cara. Y disfruté como un niño.




Y grité. Y saludé al cámara, que bajaba a pocos metros de mí. Y se me incrustaron las gafas por la velocidad, pero me daba igual. Y me salieron venas en la cara que ni sabía que existían, pero daba igual.




Porque en ese momento te da igual todo. Estás cayendo desde 4000 metros a 200 km/h, habiendo saltado de un avión y con un tío echándote fotos delante.

No faltó el momento que, con los nervios, había olvidado: que mi monitor quería que cayese en picado para ir más rápido. Me agarró de forma que cogimos una postura de "salto de cabeza" y aceleramos. Y poco después volvimos a la postura habitual (brazos y piernas abiertos). Y poco después, el paracaídas se abrió tirando de nosotros, y pasando de 200 a 50 km/h. No dolió nada el tirón, y empezamos a volar despacio, y adisfrutar de estar suspendido en el aire durante 5 minutos más, cayendo lentamente.

Al llegar abajo, me reencontré con mi AE, que había llegado algo antes a pesar de salir más tarde del avión.





En ese momento no puedes articular ni una palabra. Tienes tanta adrenalina encima que vas como flotando. Y sólo piensas una cosa: "quiero hacerlo otra vez".

21 de mayo de 2011

EXPERIENCIAS EN CANNES (IV)




Hola!

Como manda la tradición, por estas fechas vengo con noticias que contar de Cannes. Un año más me han mandado a Cannes al Festival de Cine, esta vez con récord de días de cobertura: 7.

El festival en sí ya me lo conozco bastante, y ya no caigo en errores como años pasados. Por ejemplo, no sufro avalanchas (experiencias en Cannes I, en mayo de 2008), no estrello botes de crema contra el techo de cristal de la cafetería vip (experiencias en Cannes II en mayo de 2008 también), no provoco inundaciones en baños de bares (experiencias en Cannes III en mayo de 2009), etc.

Pero algo tenía que pasar. Y mucho fue relacionado con una entrevista que teníamos que hacer. La entrevista era en directo a Antonio Banderas y Elena Anaya. Como los señoritos no se podían mover de un hotel, teníamos que ir allí a hacerla.

Así que un par de días antes me propuse acercarme para hablar con alguien del hotel y que me dijera qué opciones había para hacer la entrevista. Yo pensaba que me tocaría hablar con el de recepción de turno y ya está. Pero no fue así. Y me pilló un poco desprevenido.

LLego al hotel y entro en el hall, todo superlujoso. Me acerco a un recepcionista y le digo que vengo de una tele, y lo que queremos hacer en un par de días allí. Esto en mi súper francés de nivel básico (según mi curriculum) mezclado con inglés:

Yo: "Bonjour! Je come de une television espagnole; nos want to faire une connection live next wednesday from ici"

Me mira un poco raro y llama por teléfono. Mientras llama, girado para un lado para que no le oiga. En ese momento yo me quedo pensando mosqueado en qué está haciendo. Había tres opciones:

A) Llamaba a la directora de relaciones públicas del hotel para que viniera a recibirme.
B) Llamaba a seguridad para que me echaran de allí.
C) Llamaba a un traductor.

La verdad es que no sé qué hubiera preferido que pasara. El caso es que a los cinco minutos aparece ante mí la directora de relaciones públicas de Carlton. Una mujer de unos 35 años, vestida impecable con un traje marrón, melena, ataviada con un par de joyas aparentemente muy caras, y apestando a Chanel.

La mujer pasó delante de mí y yo dije "bonjour" educadamente, pero no contestó al verme aspecto de chusma. No le quito razón. Mi aspecto era un poco lamentable: Pantalones piratas, una bolsa llena de cosas de la tele cruzada, zapatillas, nada de colonia, restos de crema solar, y una camiseta de la marca "chupa chups" con un dibujo de una caja de chupachups con un mensaje como los del tabaco que decía "sucking does not kill", o lo que es lo mismo, "chupar no mata". El caso es que se acerca al conserje que le había llamado y tras hablar con él se gira hacia mí y me sondea con la mirada de arriba a abajo.

Su mirada fue de incredulidad, aunque sé que en el fondo pensaba que me veía súper atractivo y buenorro. Se me acercó:

Ella, en perfecto francés de anuncio de colonias: "Bonjour, monsier"

Yo en ese momento entendí que era ella la mega jefa que me tenía que autorizar el directo, así que mientras intentaba taparme el mensaje de mi camiseta de chupachups, hacía un esfuerzo sobrehumano para responder en francés sin meter la pata como ya me había pasado anteriormente en Francia cuando confundí "madmuasel" (escrito bien es "señorita"), con "mon cheri" (cariño mío, y para tíos).

Yo: "Bonjour madame"

Y le conté mi historia. Al principio no parecía mostrarse muy receptiva con mi propuesta, pero poco a poco, y a base de meterle frases como "you have a beautiful hotel" (tienes un hotel muy bonito), creo que le caí bien y me dio facilidades.

Pasaron dos días de ese traumático encuentro. El miércoles me planté allí otra vez ya con el técnico de la unidad móvil que me iba a hacer el directo en el hotel. Mientras esperamos a que vinieran otras dos personas, nos dio por tomar una coca cola en la cafetería del hotel. Pues error. Y vaya error. Vaya sablazo. Era como para montar una acampada delante. Y encima fui un poco lerdo. Porque pedí la cuenta y el otro me dijo que invitaba, ya que estábamos esperando a compañeros suyos. Yo insistí en que no, y pedí la cuenta. Mientras el camarero iba a por ella yo fui sacando el dinero. Vi en la cartera un billete de cinco euros para pagar ambas coca colas. Pensé: "es un sitio así pijo... no creo que llegue... igual si saco 7... por ahí andará". Así que puse sobre la barra los 7 euros. El camarero llegó con el papel y lo dejó mirando curioso los 7 euros que tenía listos.
Pues debió de pensar que era la propina, porque la cuenta que me trajo cobraba... 20 pavazos!!!! Aquí la prueba:



En fin, que el resto del festival fue bien, y sin novedades, salvo por dos cosas más.

Hicimos un reportaje a Chopard, la marca de joyería. Hace joyas carísisisisimas... y la palma de oro. Grabamos un poco con ella, y al final pregunté si me podía sacar una foto con ella. Me dijeron que sí, pero con guantes. Me puse unos guantes como de mayordomo, blancos, y cogí la caja, que resultó ser pelín pesada. Total, que se me resbaló un poco. Pero no llegó a caer!! La que sí se cayó del susto fue la señorita de Chopard, que me dijo que lo volviera a intentar pero con dos maromos enormes a los lados por si acaso. Foto de la palma avec moi:



Y lo último, y para acabar: ayer fue el último día que accedíamos al palacio del Festival. Al llegar, siempre pasas un control donde te miran la acreditación, y un segundo control donde primero te miran la bolsa que llevas, y luego te pasan un detector pequeño por brazos y piernas. El caso es que iba con mi bolsa y un portátil. Cuando llegué al registro de bolsas, no me las quité por no andar parando tanto al personal. La abrí delante de una mujer y ya está. Enseguida me dijo que siguiese a la fase del detector, que hacía otra mujer.
Esta segunda mujer, al verme llegar, me dijo algo en francés que fue lo siguiente:

"S'il vous plait deshabillez". La tía estaba de cachondeo, porque por lo visto decía "por favor desnúdese". Pero como no le entendí e iba cargado de cosas entendí que si me podía quitar las bolsas de encima para pasarme el detector ese. Así que le dije todo feliz:

Yo: "Oh, oui!!" E hice además de ir a quitarme las bolsas. Claro, la mujer se quedó a cuadros, diciendo entre risas:
Ellas: "Oh!! Monsieur!! nono... passez, passez..." Que pasara, que no hacía falta.

Se descojonaba pero sé que en el fondo quería verme.

EN fin, que esto ha sido todo. Ahora me esperan dos semanitas en Madrid, y luego vuelvo a irme... pero esta vez de vacaciones, a Perú!! Con mi Venerable Madre (VM), Honorable Padre (HP) y Hermano Rancio (HR), así que volveré con cosas para contar fijo.

Ciaooo!

8 de mayo de 2011

CAMBIOS PRIMAVERALES


Hola!

La verdad es que no tengo perdón. Llevo dos meses alejado de mi actividad cibernética. Entre una cosa y otra, no he parado quieto, y claro, al llegar a casa lo último que se me ocurre es sentarme a escribir en el blog. Pero he decidido ponerme las pilas y actualizar un poco.

En estos dos meses han pasado tantas cosas... Pa empezar, me he hecho mayor; sí, por increíble que parezca el tiempo también pasa para mí, y a pesar de mi excelente aspecto sigo cumpliendo años. Concretamente 27. Lo celebré de una forma especial, yendo a jugar al paintball gracias a la organización por parte de mi Amiga Especial, que llamó a unos cuantos amigos y acabamos allí disparándonos los unos a los otros. Fue muy divertido, pero hubo dos cosas que no molaron ni un pelo: por un lado las agujetas que tuve los tres días siguientes. Y por otro el que al final del juego me pusieran a corretear por el campo cual conejito silvestre y todos dispararan a traición contra mí, por ser "el del cumpleaños". Digo yo que razón de más para no recibir semejante castigo... pues no, me lo dieron y bien.

Pero bueno, que lo pasé muy bien. Después del cumpleaños llegó abril, mes laboralmente complicado. Y es que a principios de mes terminó de culminar la fusión con Cuatro, lo que significó que mogollón de personas se trasladaran a nuestra redacción. A efectos prácticos, yo ahora trabajo para las dos: para Cuatro y Telecinco. Lo cual no deja de crearme problemas cuando hago alguna gestión.

Por ejemplo, hacer una tarea tan rutinaria como reservar una conexión en directo con Bruselas, se convertía en algo cuando menos conflictivo, porque al estar todo el personal y medios técnicos en Telecinco, pero emitir cosas para Cuatro, era todo muy divertido.
Llamo al proveedor:
Yo: "Hola, llamo de Telecinco, queríamos hacer un directo esta tarde"
Ella: "Muy bien, en qué horario."
Yo: "A las 20.00 hora local"
Ella: "¿os han cambiado la hora del informativo?"
Yo: "No... ah!! es que es para Cuatro"
Ella: "Entonces llamas desde Cuatro"
Yo: "No... bueno sí"
Ella: "¿Llamas de CUatro o de Telecinco?"
Yo: "mm... ahora de Cuatro"
Ella: "¿Y antes de Telecinco?"
Yo: "Normalmente sí, pero en este caso te estoy pidiendo algo para Cuatro".
Ella: "¿Pero tú eres de Cuatro o de Telecinco?"
Yo: "De.... las dos".
Ella: "Pero se es de una o de otra"
Yo: "Soy un poco de cada una... nos hemos fusionado y trabajo para las dos"
Ella: "Ah... entonces me estás pidiendo el directo para Cuatro"
Yo: "Sí".
Ella: "De acuerdo, entonces el destino de la señal es Cuatro".
Yo: "No"
Ella: "¿Pero no has dicho que era un directo para Cuatro?"
Yo: "Sí. Se va a emitir en CUatro. Pero la señal la recibimos en Telecinco."
Ella: "No entiendo"
Yo: "Trabajamos las dos teles desde las instalaciones de Telecinco, por eso la señal se recibe aquí, pero se emite para Cuatro"
Ella: "De acuerdo... Así que, recapitulando: Eres de Telecinco, trabajas para Cuatro, pides un directo para Cuatro, cuya señal se recibe en Telecinco. ¿Es correcto?"
Yo: "Más o menos... lo importante es que Cuatro va a hacer un directo desde Bruselas a las 20.00, y que la señal llega a Telecinco. Donde trabaje yo es otra historia..."

En fin, que las primeras semanas fueron una fiesta. Por no hablar del espacio... y del ruido. Donde antes estábamos unos 150, ahora estamos 250. El primer día de funcionamiento "unido" de los dos informativos creí que me daba algo. Mogollón de gente de pie, saludos, abrazos, más saludos, gritos, besos, presentaciones... y un ruido de mil pares. Salí con un dolor de cabeza que ríete de la azafata personal de Belén Esteban.

Bueno, el mes avanzó, poco a poco, y acabó conmigo cubriendo... ¡¡La Royal Wedding!! Sí, me mandaron para ese país tan extravagante y peculiar como es Inglaterra, con sus coches al revés, su forma de conducir al revés, sus rotondas al revés, su hora cambiada, sus enchufes de tres pinchos, su moneda diferente... hasta la temperatura la miden al revés. No sabéis el susto que me di cuando me dijeron que la temperatura mínima iba a rondar los 50 grados.

En fin, que en Londres fue todo bien. Los novios se casaron, y nuestro curro salió bien. Por increíble que parezca yo no hice de las mías más allá de pequeños despistes sin importancia.

Por ejemplo, en un desayuno me trajeron el capuccino, con su nata y su chocolate por encima, y cuando fui a tomar mis tostadas di un codazo a la taza, y eché parte del capuccino por la mesa. En realidad fue poco, y no pasó de ahí. O no habría pasado de ahí si me hubiera dado cuenta de algo. Y es que a los 5 minutos del desafortunado incidente, se me acerca una camarera que hablaba español y me dice: "perdón, ¿quieres que te limpie?" Y yo: "Nono, si así está bien, ya me he limpiado yo".

Y se fue mirándome raro. Pero un par de minutos más tarde vuelve y me dice: "Perdone, es que se está manchando la camisa". Entonces miro a mi derecha y veo que mi codo está goteando capuccino, nata y chocolate, como si fuera una magdalena. Por lo visto no le había pegado a la taza, sino que había metido el codo dentro... Y claro, la camarera flipando pensando que estaba esperando a que ella me lo viniera a limpiar, en plan esclava.

Pero bueno, yo creo que no le debió de sorprender mucho si había hablando antes con el botones. Porque el día que llegamos a Londres, al cambiar dinero me dieron una moneda enorme con las caras de los novios en plan conmemorativo y como souvenir. Al llegar el hotel, el botones nos subió las maletas. Cuando vino a mi habitación y dejó mis bultos, metí la mano en el bolsillo para darle una propina... y sí, lo habéis adivinado, le di la moneda conmemorativa. El tío la vio y dijo un "thank you" que se quedó en "thank..." al ver qué le daba. Al verle flipado miré y me di cuenta de lo que había hecho, así que se la quité de la mano diciéndole "excuse me" y luego le di, esta vez sí, una libra, antes de cerrar la puerta a todo correr.

En fin, que las próximas semanas también voy a estar moviéndome. El viernes que viene voy para Cannes, lugar dado a las anécdotas (léanse "experiencias en Cannes" durante varias ediciones.

Ah!! aprovecho para mandar saludos a la gente que me lee desde otras fronteras, léase mi primo desde Abu Dhabi y mi Hermano Inquieto (HI) desde donde quiera que esté. A este último podéis leerle en sus desventuras por el otro lado del mundo en su blog, cuyo enlace encontraréis en la columna de la derecha.

Y no quiero terminar sin dedicar una imagen a otro gran cambio primaveral...a la reina del lifting electoral, Esperanza Aguirre. El otro día me llegó la carta del PP para pedirme el voto y casi grito del susto al abrir el sobre. Mirad el antes y el después... ¡¡qué sería de los politicos sin el photoshop!!



Nos vemossss!!

6 de marzo de 2011

EXPERIENCIAS EN CLASE DE INGLÉS PARTICULAR



Hola!

Aquí sigo, en mi convalecencia, a la espera de que mañana se acabe y pueda volver a mi sentada y normal vida.

Una de las cosas que espero volver a hacer después de esta semana de parón, es ir a clases de inglés. No sé si llegué a anunciar por aquí que me quiero examinar del Proficiency, un examen de inglés avanzado. Así que aprovechando que la tele me da una generosa beca del 75% del coste del curso, me he apuntado a particulares. Bueno, por eso y porque con mis horarios cambiantes es difícil apuntarse a algo que tenga una periodicidad fija.

EL caso es que empecé con mis clases en noviembre. Me asignaron a un hombre estadounidense. Perdonaréis que no diga americano, pero es que me repatea que se autodenominen "América", me parece que son el único país del mundo que se apropian de su continente. En fin, que el hombre se me presentó como un nativo de New Jersey. Si hay algo que me ha llamado la atención de él desde el principio ha sido: su increíble parecido con Obama, y su ropa. Y es que el tío es un clon del Presi del país loco este, y siempre lleva la misma ropa. No huele mal ni nada de eso, pero debe de tener mucho cariño a su "sweter" y su vaquero desgastado, porque los lleva siempre. Vamos, que será de New Jersey porque lo dice él, porque de New su jersey no tiene mucho.

Inciso para que os podáis reír a gusto de ese peazo chiste ingenioso que acabo de hacer. Os pongo aquí alguna reacciones que cuandohacesblogyanohaystop ha recogido los últimos días (imprescindible escuchar con audio):



Fin del inciso.

Bien, como iba diciendo, el tío es clavao a Obama y poco variado en el vestuario. Las clases con él siempre han ido más o menos bien. Lo realmente fuerte pasó hace unas semanas.

Yo esa semana tenía que trabajar por la mañana, o sea, levantarme a las 6.00. Así que llegó el miércoles y temí toda la mañana por el sueño que tendría en clase de inglés, ya que si normalmente estoy amodorrado (el tío es un poco aburrido) no me quería ni imaginar lo que sería esa vez.

Llegué a clase, le saludé, y empezamos a hablar un rato. Después me dio a leer un texto. Como siempre, a medida que iba leyendo él me corregía. Que si no pronuncies esto, que si vuelve a empezar la frase... vamos, un pesao.

Seguí leyendo y de repente hice hasta 3 frases sin que recibiera ninguna corrección. Seguí leyendo, y él no me decía nada. Yo, todo motivado, me sentí como el mismísimos Obama dando un discurso, recitando como si fuese una obra de Shakespeare, leyendo como los ángeles, haciendo que...

Y entonces con el rabillo del ojo miré al hombre este, que estaba así.



Bueno, exactamente estaba recostado en su silla con la cabeza a punto de salirse del cuello, caída hacia un lado. Le faltaba babear.

Así que me callé. Corté una frase por la mitad y me quedé mirándole. Normalmente, si te duermes en un sitio con ruido, la ausencia repentina de ruido te hace despertar. Pues este cafre no. Le había dormido bien mi speech al jodío.

pasaron uno segundos y yo medité qué hacer. Su cabeza caía cada vez más hacia un lado, y al cabecear de pronto se despertó y me miró alarmado.

Ex Profesor (EP): "Oh... oh... let's see..."
Yo: "Yes?"
EP: "Yes... well... did you... did you... realize...?" (te...te... diste cuenta...?)
Yo: "Of course" (por supuesto)
Ep: "Yeah... well... I am sorry... I haven't slept very much you know..." (bueno, sí, lo siento... no he dormido mucho...)

Salí deprimido. Mi profe de inglés se me dormía ¡en una clase particular! No soy un chivato así que no dije nada a la de la academia. Pero casualmente, la semana siguiente el falso Obama falto de sueño no vino, supuestamente por estar enfermo, yo creo que por quedarse dormido, y me pusieron a otro de sustitución. Cuando acabó la clase pedí que me lo mantuvieran ya que su método me gustaba más... y con él sigo.

EN fin Serafín, que ni de un particular puede fiarse uno.

Os dejo con otro video de risas... pero este de bebés... El mejor es el primero, el de la wii. Pero el del hipo no se queda corto. ¡Nos vemos!

2 de marzo de 2011

EXPERIENCIAS SANITARIAS


¡Hola!

Aprovecho esta semana de parón general para escribir aquí más novedades acerca de las anécdotas que me encuentro por la vida.

Digo parón general porque este lunes pasé por quirófano y ahora estoy de baja temporal. ¿Por qué? Bueno, nada grave. Es más coñazo que otra cosa. Resulta que tenía desde hacía tiempo un quiste en donde la espalda pierde su nombre, o lo que viene siendo el culo. Dentro de lo malo, estaba en un sitio no tan incordiante como si fuera en el medio, sino que estaba en la parte baja de uno de esos maravillosos glúteos que tengo.

La forma en que se precipitó la primera intervención, allá por agosto del año pasado, fue dolorosa y graciosa a la vez. No la había contado aquí quizás por vergüenza, pero he dicho: from lost to the river (de perdidos al río).

Fui con mi Amiga Especial (AE) a pasar un fin de semana a Extremadura, a un pantano. Pasado ese finde, mi AE miró con preocupación mi trasero (y no con admiración como suele pasar):

AE: "Javier, eso se te está hinchando".
Yo: "Bueno... no creo que sea nada... igual mañana se baja"

Pues no se bajó. Con el paso de los días se fue haciendo mayor y me empezaba a doler. Así que decidí acudir a un especialista. Fui a un dermatólogo, que al vérmelo reaccionó como quien abre un contenedor y se encuentra un gato muerto:

Él: "Aaaaaggggg!! (echando la cabeza a trás)" Sólo le faltó decir: mais!! mais!! aléjalo de mí!! "Chico, va a haber que extirpar".

Si hay dos expresiones que temo en boca de un médico son: extirpar (y sus sinónimos) y tacto rectal. Y había dicho una.

Yo: "¿Es para tanto?"
Él: "Hombre, si ha crecido tan rápido como dices... mañana no podrás moverte del dolor".
Yo: "¿Y no habrá una crema o algo así para bajarlo?"
Él: "No"
Yo: "¿Un antiinflamatorio?"
Él: "Está infectado. Debías de tener un quiste subcutáneo que no te ha dado guerra hasta ahora, pero se ha infectado. Vas a hacerte una ecografía y me traes los resultados".

Así que salí y pedí hora en un centro de ecografías, que me dieron para el día siguiente. Pasó un día y mi bulto, efectivamente, había crecido, y efectivamente, dolía bastante. Odio cuando los médicos tienen razón. Empezaba a pensar que estaba embarazado del culo, y que el médico también lo había sospechado y por eso me había pedido la ecografía. Antes de ir a que me la hicieran pasé por una farmacia a por nolotil para el dolor, y a punto estuve de comprar un test de embarazo, pero decidí dejar la emoción para luego.

Llegué al lugar donde tenía que hacer la ecografía. Tras esperar un poco me tocó a mí y una señora totalmente aburrida y sosa me dijo que le enseñara el culo. Al ver el bulto, sus ojos, hasta entonces abierton en un 50%, se abrieron de pronto hasta un 90%.

Ella: "¿CUánto llevas así?"
Yo: "Unos días, pero cada día crece más"
Ella: "Yo ni esperaría al resultado de la prueba. Tienes que ir a urgencias ya".

Así que salí de allí mucho más tranquilo de lo que entré. Fui directo a un hospital que está no muy lejos de mi casa, y entré por urgencias. Lo bueno de que fuera agosto es que había poca gente; con tanto sol y vacaciones la gente no tiene tiempo de ponerse mala, eso es cosa más de septiembre. Tras esperar 30 minutos, me tocó a mí.

Médico: "Dígame"
Yo: "Vengo porque creo que se me ha infectado un bulto subcutáneo que tenía bajo la piel"
Él: "Claro, por eso es subcutáneo"
Yo: "Si, bueno, el caso es que está creciendo y duele".
Él: "A ver... ya... buf, hay que operar ya"
Yo: "¿Ya?"
Él: "Sí, ¿has venido en ayunas?"

Estuve a punto de contestar que no, que había venido andando, pero me dolía demasiado.

Yo: "No..."
Él: "De acuerdo, pues ven mañana por la tarde en ayunas y te lo quitamos en quirófano. Se trata de un absceso cutáneo. Será rápido y te irás a casa"

Dicho esto me dio una hoja donde ponía, con una letra clarísima e inteligible, que tenía un absceso. Pero se leía fatal, y por lo que le había entendido a él, pensé que tenía un acceso (nunca había oído la palabreja). El caso es que llamé a mi Venerable Madre (VM) y le conté las novedades.

Yo: "Pues eso, que me operan mañana"
VM: "¡¡Mi niño!! Bueno no será nada, un quistecillo"
YO: "Me ha dicho que tengo un acceso"
VM: "Sí, un absceso, suele pasar, no es nada grave"

Ella hablaba de absceso, yo de acceso... el caso es que hablábamos de lo mismo: mi bulto. Pero luego, al colgar, y como estaba un poco nervioso acerca de lo que me iban a hacer, me metí en el amigo google para averiguar más.

Así que en el campo de búsqueda puse: Acceso culo. Al abrirse la pantalla de resultados me encontré, cuando menos, confuso. Los primeros links eran a páginas de una tal Ramona y sus oscuras aficiones sexuales. Por no hablar de los infinitos links con accesos a los mejores culos de la red. Y otros un poco más graciosos como grupos de facebook que se titulaban "a mí también me han dado por el CULO con las pruebas de ACCESO de mates".

En fin, que de lo mío nada. Busqué un poco más entre los 3.000.000 de resultados de google sobre "acceso culo" pero no había forma. Hay que ver lo pervertida que está la red... En eso estaba cuando mi AE, a la que había mandado un mensaje con las novedades acerca de mi bulto, me llamó.

Yo: "Sí?"
AE: "Javier!! ¿Qué ha pasado?"
Yo: "Que tengo un acceso, y que me lo operan mañana".
AE: "Ya ya, si lo he visto en tu mensaje. Pero es un absceso, no un acceso"
Yo: "Eh... ya... ya lo sé... Si te he puesto otra cosa en el mensaje será por el corrector de ortografía, que no sabe..."
AE: "Ya...claro..."

Colgué y abrí el navegador otra vez. Puse absceso en lugar de acceso... y por fin aparecieron cosas médicas. Seguían saliendo páginas raras, pero al menos ya había de lo que yo buscaba.

En fin, que me operaron, y me dijeron que en febrero volviera a extirpar del todo cuando ya no estuviera infectado, que es lo que me han hecho, y por lo que estoy escribiendo esto en una postura ortopédica en la cama.

En próximos días, más historias.

Muaks!

15 de febrero de 2011

EXPERIENCIAS EN MALASIA





Hola!

Ya estoy dispuesto a contar las aventuras en Malasia…

La verdad es que pasaron muchas cosas, pero ninguna al mismo tiempo. Me explico: no pasó nada en plan “super anécdota”, pero sí muchas situaciones graciosas pequeñas.

Así que he pensado en contar la parte más salvaje del viaje de la manera habitual, y después hacer un resumen de 6 episodios a partir de unas fotos que tengo de aquellos momentos.

BORNEO

Esa parte “salvaje” fue la que vivimos en Borneo. Concretamente en una región de nombre difícil a primera vista: Kinabatangan. Allí, nos apuntamos a una excursión de 2 noches y 3 días, que consistía en ir al río de mismo nombre y alojarnos, o mejor dicho, refugiarnos de los bichos, en unas peculiares y precarias cabañas en mitad de la reserva.
Pero como diría Jack el destripador, vamos por partes. Llegamos a la zona el 22 de diciembre. Hacía sol, y teníamos ante nosotros un río de tamaño considerable y agua marrón. No es que estuviera guarro ni nada de eso, sino que arrastra continuamente mucha tierra, y más en esa época de crecidas.
Allí, junto a las otras tres personas que completaban la excursión, y el guía, esperamos en un embarcadero a que viniera alguien a buscarnos. Estas tres personas eran:

A) El Suizo Matemático (SM): personaje raro donde los haya. Llevaba viajando varios meses y había acabado allí. Viajaba sólo. Doctor en matemáticas, o sea, un cerebrín. Pelo corto negro. No era el perfil de aventurero que uno esperaría encontrar allí, pero era majete.
B) El Hippi Danés (HD): Este ya era más esperable. También varios meses de periplo, conoció al SM dos días antes en un albergue. Hablaba inglés pero muy raro, y no sé si tenía algo especial en la boca, pero me costaba horrores entenderle. Pelo largo rubio, siempre que podía iba a pecho descubierto, aunque estuviéramos rodeados de mosquitos. Olía un poco mal.
C) La Danesa Peluda (DP): Hermana del anterior, y hippi también (aunque más peluda que hippi). Llevaba un mes con su hermano por aquellas tierras, y se volvería antes que él. Vamos, que se unió a su viaje durante unas semanas en Borneo. Tenía mucho pelo, pero en la cabeza precisamente lo llevaba corto. Piernas, sobacos… y supongo que más sitios los tenía bien servidos. Más habladora que su hermano, hacía ver su condición de hippi gracias a un libro que paseaba sobre este tipo de forma de vida.

En cuanto al guía, se llamaba o se hacía llamar Leo, tenía 26 años, y era de lo más juergas y cachondo que te puedas echar a la cara. Al presentarnos nos dijo lo mismo que el 90% de los malayos que se nos presentaban.

Leo: “Hello, I am Leo. Where are you from?”
Yo: “Spain”
Leo: “Oh!! Spain!! World champions!”
Yo: “Yes!!”

Así que tras esperar unos minutos apareció en el río, a lo lejos, un barquito con un hombre autóctono a los mandos del motor, y con el atuendo típico de la zona: una camiseta del Milán. El hombre era de raza negra, tenía melena también negra. Cuando aparcó en el embarcadero Leo nos lo presentó.

Leo: “Guys!! This is my friendo Antonio Banderas!”
Tras unas risas le saludamos: “Hello Antonio!”

Hecho esto, nos subimos al barquito y pusimos rumbo a nuestro campamento, río arriba. Tras casi media hora de trayecto llegamos a una zona del río donde, a un lado, había unos escalones de madera que bajaban desde la zona de los árboles junto a la orilla, hasta el nivel del agua. Antonio Banderas nos llevó hasta él, y subimos la escalera. Arriba, vimos la entrada al campamento. La primera impresión era que entrábamos en Nunca Jamás. Aquello estaba infestado de niños y jóvenes que llevaban el tema, vamos, que eran los “empleados”, por así decirlo, del campamento.

Leo nos enseñó de qué iba eso: un mini terreno con dos porterías para jugar al fútbol, una especie de comedor con varias mesas, y unas cuantas cabañas donde supuestamente se dormía. Hay que aclarar llegados a este punto que ninguna de todas estas “estancias” tenían puertas o aislamiento posible del exterior. Lo cual hacía muy divertido pensar en cómo podían pasearse los monos, y demás especies salvajes, alegremente entre nosotros.



Lo que sí tenía puerta era el cagadero, al final del campamento, al que se llegaba a través de una pasarela de tablones de madera. Estaba… sucio no, lo siguiente. Y olía… en fin. Al lado, tres barriles con agua que venía directamente del río y un tubo que salía de ellos “animaba” a que nos aseáramos.

Nos metieron al suizo, los dos daneses y nosotros en la misma cabaña. Menos mal, así si venía alguna serpiente o animal extraño, podríamos compartir agonía. La cabaña no podía ser más sencilla: tres colchones dobles con una mosquitera sobre ellos, y apoyados directamente sobre el suelo.

Tras el shock inicial, nos dieron de comer arroz con pollo y nos fuimos a nuestro primero safari por el río, que la verdad es que moló bastante. Conducía Antonio Banderas, que con una vista de lince nos llevaba de orilla a orilla diciéndonos dónde había algún ser vivo: pájaros, monos, lagartos… lo que fuera.

La primera noche en la cabaña fue mejor de lo que pensábamos. Uno ve que en los alrededores hay todo tipo de bichos y le entra un poco de canguelo. Pero es poner una cosa tan tonta y simple como una mosquitera y te sientes más protegido que si tuvieras un tanque delante. La mosquitera se quitaba con mover el colchón, pero daba igual, estábamos felices dentro de nuestra red.

Al día siguiente fuimos a un safari a pie; consistía en ir andando por la zona que rodea el campamento y ver qué nos encontrábamos. Avisaron que habría muchos mosquitos, y que sería buena idea ir con manga larga y pantalón largo. Como soy buen alumno, me puse una camisa de manga larga y pantalón hasta los pies. El Hippi Danés, ole sus huevos, apareció en bañador y camiseta de tirantes. Pues, ¿os podéis creer que después de hora y media de caminata entre mosquitos sanguinarios, al HD le picó un mosquito, y a mí se me metió uno en la camisa que me hizo 31 picotazos? El Suizo Matemático recibió un par de picotazos por llevar manga corta, y la Danesa Peluda encontró unos cuantos insectos enredados en sobacos y piernas, pero nada comparado a lo mío. A mi AE no le picaron.

Esta era mi espalda nada más terminar:



Al día siguiente ya teníamos que irnos. Pero cuál fue nuestra sorpresa cuando despertamos y vimos el campamento totalmente inundado con el agua llegando prácticamente a las pasarelas por las que andábamos, que estaban un metro por encima del suelo de la selva:



Mientras nos íbamos, ya en el día de nochebuena, vimos que llegaban al campamento a pasar sus correspondientes dos noches un grupo de turistas, en un ambiente navideño donde los haya, con todo apunto de sucumbir al agua. Como no queríamos verles morir, nos fuimos con nuestras mochilas hacia el embarcadero para irnos. Nuestro querido guía Leo nos despidió a todo pulmón cantando "goodbye my friend" mientras nos subíamos a la canoa con Antonio Banderas y volvíamos a la pseudocivilización.




MOMENTOS DIVERTIDOS

FRIKIS DE LAS FOTOS... O GILITONTOS

Debajo de las petronas es típico ponerte y: a) Sacar una foto de las torres normal. B) Sacar de abajo a arriba con personas delante. Vamos, como en todas las torres.

Esta es la foto que saqué yo:



Y esta la que se sacaron dos: fijaos bien abajo de la foto, quién tiene la cámara.




DISFRAZADOS PARA VER UN TEMPLO

Fuimos a ver un templo de ya no me acuerdo qué religión. El caso es que entramos y un hombre nos lleva a un sitio y nos dice que nos descalcemos; vale, hasta aquí normal. Luego le dice a mi AE que se cubra, y ella llevaba un pareo así que no problem. Pero luego me dice a mí que me cubra la cabeza también. Como no tenía nada, me dice que coja un "pañuelo" o similar que había en un cubo. En dos palabra: qué-asco. Este fue el resultado de nuestra visita pirata:




ORANGUTANES GRACIOSOS

Esta foto merece publicarse aquí. Vimos estos dos orangutanes comiendo, y mirad las posturas: el que está de pie está agarrado como si fuera en el bus, y el otro come plátanos con manos y pies mientras está colgando en una postura que le pareció muy cómoda.




NOCHEBUENA Y NAVIDAD

Estas fueron nuestra cena de Nochebuena (nos tocó en un aeropuerto volviendo de Borneo) y comida de Navidad (nos tocó en el único sitio que quedaba abierto en una ciudad a las 4 de la tarde). Pero tranki, un par de días después nos dimos unas buenas cenas de compensación!!

Nochebuena



Navidad




COMPRAS, COMPRAS, Y MÁS COMPRAS

Lo típico cuando te vas lejos es traer alguna tontería a la gente. Y el último día se suele dedicar a las típicas compras de última hora. Pero si encima tocan fechas navideñas... es la locura. Mi AE enloqueció, y cómo...




Bueno gente, que en breve tengo más historias que me han pasau al volver, pero en cola para publicar. Espero que sea pronto!!

Muaks!

PD: Mis hermanitos hacen avances cibernéticos!! Tenéis los links a sus nuevas publicaciones en el apartado "webs amigas" en la columna derecha de este mi blog.

Mi Hermano Sarcástico ya tiene web para su grupo.

Mi Hermano Iraní (HI) ahora ha cambiado a Hermano Inquieto (HI igualmente), y está de vuelta al mundo. Las novedades en su nuevo blog.

Mi Hermano Rancio (HR) ha actuado, sí, habéis leído bien, actuado, en un corto muy gracioso.

22 de enero de 2011

EXPERIENCIAS DE VIAJE HACIA MALASIA



HOLA!

Lo prometido es deuda y ya estoy dispuesto a contar cómo fue el viaje a Malasia.

Ya sé que voy un poco tarde, pero estas semanas en el trabajo están siendo un infierno, entre que estamos en plena fusión con Cuatro, viene gente nueva a la que hay que enseñar cómo curramos, etc.

Me quedé en mi última publicación hablando de cómo mi Amiga Especial (AE) y yo estuvimos a punto de quedarnos en tierra al ir a coger el avión para ir a Malasia. Tras ese pequeño incidente sin importancia, despegamos rumbo a Qatar, donde hicimos escala. Aterrizamos en Doha a las 00.30. Teníamos por delante una larga noche de escala, ya que nuestro vuelo a Kuala Lumpur salía al día siguiente a las 8.30 de la mañana. El aeropuerto de Doha, para hacer la escala más divertida, no es como un aeropuerto de los que podemos conocer por aquí. De hecho, hay mucho más barullo por la noche que de día. Entre las 00.30 y las 03.00 igual salieron más de 30 vuelos, por supuesto repletos. Eso provocaba que la terminal estuviera hasta arriba de gente, colas, llamadas de embarque, y sobre todo, muchísima iluminación. Total, que era difícil pegar ojo.

Lo bueno nada más llegar allí fue que nos dijeron que nos regalaban un "heavy refreshment" o "refrigerio fuerte". Estaba asqueroso. Después nos dimos una vuelta por el duty free, abierto toda la noche. Tras mirar el reloj unas 20 veces en una hora, decidimos buscar un sitio donde intentar echar una cabezadita. Vimos que había unos lugares llamados "quiet rooms" o "habitaciones silenciosas". Las buscamos y vimos que consistían en asientos reclinables en habitaciones aisladas del ruido de la terminal y a oscuras. Las habríamos aprovechado de no haber estado hasta las patas de gente. Había personas hasta en el suelo de esas salas. Al lado, había una sala de oración, estilo mezquita, con alfombra. Le dije a mi AE de ir allí, pero me dijo que no, que era una falta de respeto. La verdad es que a mí a esas horas y con ese cansancio el respeto me la traía al pairo. Pero bueno, buscamos otro lugar. Pero era difícil, ya que el resto de la terminal tenía asientos típicos de aeropuerto y todos, absolutamente todos, con reposabrazos que convertían en todo un reto poder tumbarse allí.

Decidimos intentarlo en una fila de unos 4 asientos que vimos libres. Yo me senté en uno un poco recostado, y mi AE se tumbó al lado, apoyando su cabeza en mí, y doblando las piernas sobre el asiento a su lado. Así estuvimos un rato, hasta que una mujer apareció, y sin mediar palabra...

¡¡ELIGE LO QUE CREES QUE PASA!!





Pues la respuesta correcta es...

Antes de saberla: una foto graciosa del culo de un perro:



Tras este paréntesis, iba diciendo: una mujer se acercó sin mediar palabra, y, sin siquiera mirarnos, cogió las piernas de mi AE y las lanzó al suelo como si nada. Mi AE abrió un ojo y al ver lo que pasaba me dijo:

"Esa mujer , ¿acaba de cogerme las piernas y tirarlas al suelo?"
Yo: "Eso parece".

Tras lo cual meditamos si decirle algo, pero viendo que era árabe y aquello iba a ser un diálogo de besugos, nos fuimos a otros asientos. A duras penas dormimos algo esa noche, pero a las 8.00 embarcamos en el avión y nos pusimos por fin rumbo a Kuala Lumpur, donde aterrizamos 8 horas más tarde.

Los primeros pasos en territorio malasio fueron un poco desastrosos para mi AE. Apenas habíamos dado cinco o seis zancadas cuando de repente...

AE: "Oh no..."
Yo: "¿Qué pasa?"
AE: "Creo que mi zapato ha dicho basta"

Efectivamente, uno de los zapatos se estaba quedando sin suela. En apenas unos metros, se le había desprendido más de la mitad. Encima, el edificio donde recogíamos las maletas estaba en otro lugar, al que había que llegar previo viaje en bus. Y hasta allí fuimos, yo a paso veloz, y mi AE cojeando a duras penas.

Poco más tarde llegamos a la sala de recogida de equipajes; la maleta de mi AE salió y ella la abrió para coger sus sandalias y poder calzarse algo con más consistencia:



Hecho esto, salimos de la sala de recogida de equipajes y fuimos a coger el tren que nos llevara al centro de Kuala Lumpur. Mientras esperábamos al ascensor, se produjo uno de esos momentos dignos de recordarse para siempre.
Un hombre se me acercó, y me dijo:

"Excuse me, are you Malasian?"

Para los que no sepan inglés, me preguntó si era Malayo. Basta verme para notar que es fácil confundirme con un malayo: Soy bajito, ojos oscuros, rasgos asiáticos, y muy moreno. Me habían confundido con suecos, finlandeses, canadienses, ingleses, daneses, belgas, alemanes... pero con un malayo...

Me quedé a pictures, o sea, a cuadros. Después de unos segundos de duda, le dije:

"No, I am sorry"

Mi AE, por cierto, asistía así a la escena:



EN fin, que tuve que ir a Malasia, en la otra punta del mundo, para que dejasen de confundirme con un nórdico. Pero se demostró que hay gente que lo hace...

Bueno, en breve las primeras historias en Malasia: Kuala Lumpur, el safari durmiendo en la jungla con el campamento sin puertas en las cabañas, etc...

Y como siempre, dos vídeos de regalo: hoy dos anuncios que fueron prohibidos en sus países, muy graciosos:





¡Nos vemos!

8 de enero de 2011

EXPERIENCIAS PREVIAS A MALASIA



¡Hola!

Bueno, antes que nada, ¡feliz año nuevo! Sé que llevo la tira de tiempo ausente del blog. Pero bueno, entre una cosa y otra cada vez encuentro menos ratos pa sentarme y escribir aquí. Así que he decidido aprovechar que estoy obligado a quedarme este finde en casa por la gripe que me acabo de agarrar, para actualizarlo.

En diciembre enfoqué todo hacia ese viaje que tenía en mente hacer a Malasia con mi Amiga Especial (AE). Antes, fui con el trabajo a Estocolmo, a cubrir la entrega del Nóbel a Vargas Llosa. Describiría el viaje como frío. Muy frío. Llegamos a hacer un directo a 13 grados bajo cero. Nunca había estado a una temperatura tan baja, y la verdad es que flipas. Yo soy de los que pensaban que por debajo de 0 ya no notas la diferencia, pero la hay y mucha. Cuando durante hora y media la temperatura subió a -5º, creíamos era una sensación parecida a estar en una terracita en verano.

El caso es que la cobertura de los Nóbel fue, salvo por el frío, muy bien. Este año pasó algo curioso, y es que normalmente la academia Nóbel da barra libre para que cada premiado se lleve a Estocolmo a todos sus familiares y amigos, con todos los gatos pagados, una semana. El año pasado, por ejemplo, la premiada debía tener un pariente, además de ser poco sociable y tener pocos amigos. Conclusión: se llevó un acompañante. Pero este año... este año los de la Academia no sabían a quién le estaban premiando. Vargas Llosa, como buen latino, tiene muchos familiares y muchos amigos. Total, que apareció en Estocolmo con una comitiva de cerca de 100 personas.

Esto casi nos afecta el sábado 11, cuando nos volvíamos a Madrid. Una vez en la cola de facturación, llegamos al mostrador y una empleada nos dice que el vuelo tiene overbooking, que muchos pasajeros van en él para hacer escala camino de Sudamérica, y que a ver si nos importaba salir 3 horas más tarde en otro que, en lugar de volar directo, haría escala en Zurich antes de llegar a Madrid. Todo con una compensación de... 200 € por persona.

Mientras la redactora, el cámara y yo, nos sondeamos con la mirada a ver qué hacemos, la empleada aguarda impaciente, soltando de vez en cuando mensajes totalmente subliminales como:

"Two hundred Euro..." como cantando.

Al final decidimos que no, porque lo teníamos que coger todos o ninguno, y uno de mis compis tenía prisa por llegar. Le dije que por el doble igual sí, per la empleada no ofreció más. Así que nada, facturamos para nuestro vuelo. La gran sorpresa fue al llegar a Madrid. Una vez allí, nos enteramos que a las 4 de la tarde hubo un atentado terrorista en el centro de Estocolmo. Y nos llega a pillar en el aeropuerto antes de salir, nos hacían volver a cubrir la noticia. Lo más fuerte fue que uno de los dos coches bomba explotó... en la esquina donde habíamos estado haciendo directos el día anterior.

La semana siguiente fue de preparación del viaje a Malasia. Hacer la mochila, empezar a tomar la pastilla contra la malaria... etc. El viernes 17 tuve una cena de estas de Navidad con gente del trabajo. Era una cena con gente de varios departamentos, en la que en teoría conocía a casi todos. La cena en sí fue normal, lo más gracioso me pasó antes.

Habíamos quedado en que, quien pudiera, fuera a una boca de metro concreta a las 21.45, y así tomarnos una cervecilla antes de ir al restaurante. Así que me planté en la boca de metro esta a las 21.40. Me pongo a esperar de pie apoyado en una barandilla. EN esto que se me acerca una chica, de mi edad, quizás algo mayor, y me dice:

EM (extraña mujer): "Hola, perdona... ¿eres Javi?"
Yo: "Sí".
EM (aliviada) ": Ah, qué bien. Yo soy Alicia"
Yo: "Hola"

Dicho lo cual me da dos besos. Y nos quedamos callados. Yo en ese momento pienso que es alguna de las becarias de otro departamento, el de agencia, del que no conozco a todo el mundo.

Yo: "¿Eres de agencia?"
EM: "¿De agen...? ¡No! ¡Qué va! Soy... Pero... espera, ¿tú no eres Javi, el primo de Marta?"

Yo entonces empiezo a entender. Esta chica ha quedado con otro Javi... a ciegas.

Yo: "Soy Javi, pero no tengo ninguna prima que se llame Marta".
EM: "Ay... ay... qué vergüenza... jeje... yo... perdona, perdona... es que..."
Yo: "Tranquila, no pasa nada"

Y se aparta sin decir nada más y se aleja unos metros a seguir esperando a su Javi. A los dos minutos llega un chico, que le pregunta algo, y se dan dos besos. Enseguida, ella coge su brazo y se lo lleva en dirección contraria a la que estoy yo. Mientras se aleja veo que el chcico se gira hacia mí. Le debe estar contando lo que le ha pasado. Seguro que cuando apareció el verdadero Javi la pobre Alicia pensó: "Vaya, pues el otro estaba mejor". Pero qué le vamos a hacer... es lo que tienen las citas a ciegas...

Luego pensé que fue una suerte que el verdadero Javi apareciera puntual. Porque si no la tal Alicia habría pensado que yo era el verdadero pero le había dicho que no porque no me había gustado.

En fin, que así me planté en el día siguiente, fecha de partida a mi viaje a Malasia. y aunque en el momento de salir de casa me propuse no hacer de las mías en el viaje, la lié un poco justo antes de coger el avión.

Salimos de casa con nuestros bártulos y cogimos el coche. Fuimos con él hasta el pueblo de Barajas, donde lo aparcamos cerca de la estación de metro. La idea era dejarlo ahí las cerca de dos semanas que estaríamos de viaje para, a la vuelta, cogerlo y salir hacia nuestras casas en el norte. Así que lo aparcamos, y dejamos dentro los jerseys y abrigos que llevábamos (ya que en Malasia no nos harían falta), y en general todo lo que nos pudiera sobrar.

Después cogimos el metro, y una parada más tarde ya estábamos en la terminal. Cuando encontramos el mostrados de nuestra aerolinea (qatar airways) nos pusimos a la cola. Antes de que llegase nuestro turno, se acerco a nosotros una señorita de la compañía:

Ella: "buenos días, ¿cuál es su destino final?"
Nosotros: "Kuala Lumpur" pensando a la vez "¿a que mola?"
Ella: "Muy bien... Kuala Lumpur... ah sí, aquí están. Miren, les informo de que el vuelo tiene overbooking".

Yo en este momento tengo un deja vu. Una de esas veces que dices: esto ya lo he vivido.

Ella: "Ustedes no tendrán problema para viajar porque han venido pronto, pero estamos ofreciendo a los pasajeros la posibilidad de viajar mañana en vez de hoy. A cambio, les pagamos comida y cena hoy en Madrid, noche de hotel, y les daríamos a cada uno 600 €."

Al principio nos quedamos callados. Nos miramos un momento. Pero nos dimos cuenta de que, por muy tentadora que fuera la oferta, perder un día suponía hacer aún más corto el viaje (que de por sí ya lo era). Así que muy a nuestro pesar...

"No, lo siento, tenemos muy pocos días"

Dicho lo cual nos tocó facturar en el mostrador. Enseñamos nuestro billete y pasaportes y pusimos las maletas en la cinta. Cuando ya estaba todo, el señor detrás del mostrador nos pidió algo más:

"¿Me pueden mostrar la tarjeta de crédito con la que hicieron la compra?"
Yo: "Esto... sí..."
Nunca me había pedido la tarjeta al facturar, nos pilló un poco de sorpresa. Así que saqué la tarjeta que tenemos en común mi AE y yo. Metió los datos y no era correcta.
AE: "Claro, al final las compramos cada uno con la nuestra porque esa no funcionó" y sacó la suya personal.
Yo: "Ah, vale" y saqué la mía.

Metió los datos de la tarjeta de mi AE y estaba ok. Metió los de la mía... pero nada. Los volvió a meter... y nada. Y entonces me vino un flashback a la cabeza. Media hora antes, cuando habíamos aparcado el coche, había dejado dentro mi cartera con lo que yo pensaba que no iba a necesitar: tarjeta de la tele, bono del metro... y tarjetas bancarias que no fuera a necesitar, después de todo ya llevaba una.

YO: "Bueno, de todas formas, ya ves que las tarjetas están a mi nombre, tienes aquí mi pasaporte... ¿no puedo volar?"
Él: "No, lo siento, normativa de la compañía. SIn la tarjeta no puedo permitirle volar".

En ese momento mi AE se queda así:



Y le implora piedad pero no hay suerte.

AE: "Por favor, no nos puede hacer esto."
Él: "Lo siento. Además el vuelo va lleno, no puedo con más razón"
Yo: "Vamos a ver, creo que puedo conseguir esa tarjeta en poco tiempo. Si la traigo rápido, ¿nos guarda las plazas sin tener que hacer la cola otra vez?" (y no correr el riesgo de quedarnos fuera y encima sin los 600€)
Él: "No, no puedo hacer eso. Ahora desbloquearé las plazas y estarán a disposición de los demás pasajeros".
AE: "Oh, por favor, al menos consérvelas, por favor..."
ÉL: "Bueno, está bien, las guardaré un rato. Pero debe darse prisa, y en cualquier caso la facturación cierra en 45 minutos".
Yo: "De acuerdo"

Dicho lo cual cogí las llaves del coche y salí echando leches de allí. Si me guardaba las plazas un rato, y la facturación cerraba 45 minutos más tarde... tendría unos 30 minutos como mucho para llegar a tiempo de que no diese nuestras plazas a otros.

Así que salí de la terminal y me lancé dentro de un taxi gritándole:

"A Barajas, a la estación de metro, rápido!!"

EL taxi debió de notar la urgencia del asunto y salió a toda leche de allí.

Taxista: "¿Tiene prisa?"
Yo: "Tengo que coger una cosa del coche que está aparcado allí, si no no puedo volar"
Taxista: "Pues no se hable más"

Y aceleró. Fuimos a toda leche adelantando coches, atravesando rotondas casi por la mitad, pasando semáforos en todos los colores posibles... Una cámara de tráfico nos grabó pasando este cruce:



Llegué al coche, cogí la tarjeta, y me volví a subir al taxi. Volvimos casi más rápido que antes. Al llegar de vuelta a la terminal, me dijo que eran 15 euros. Le di 20 y me bajé corriendo. Llegué a la cola de facturación y allí estaba mi AE, pobrecita ella con cara de descomposición. Habían pasado sólo 15 minutos desde que me había ido. Volvimos al mostrador, pasó la tarjeta.... y era la correcta. Respiramos.

Y allí empezó nuestra aventura en Malasia, que contaré en próximas publicaciones.

No quisiera terminar sin poner aquí un anuncio que me enseñó mi Hermano Sarcástico (HS) y que tiene una mezcla de ternura y mafia muy curiosa...



¡Nos vemos!