11 de noviembre de 2009

EXPERIENCIAS EN BERLÍN... Y SEMBRANDO RUMORES EN MI COMUNIDAD




Hola!!

Ya estoy de vuelta de Berlín. Han sido dos días, pero salir siempre se agradece, así que muy bien.

Si os leísteis mi último post, sabréis que en Berlín entrevistábamos a periodista que, de algún modo, tiró el muro de Berlín.

No, no era el tío que conducía el bulldozer que tiró el muro. Fue el periodista cuya pregunta desconcertó al comunista de turno, y provocó una sucesión de hechos que acabaron con el muro abierto.

El caso es que el pasado lunes se cumplían 20 años de ese momento, y yo fui a Berlín a cubrir el tema con la tele, con una presentadora.

Llegamos el domingo con Iberia, con la que no pudimos volver el martes por culpa de la fruta huelga (en este bloj no de dicen palabrotas por dictamen de mi abuela) que habían convocado, y nos obligó a hacer una bonita ruta Berlín-Praga-Madrid en 5 horas.

El domingo fuimos al hotel, dejamos las cosas, y nos fuimos a ver una exposición sobre un lugar por donde pasaba el muro. La entrada ya era de lo más curiosa: parecía que había pasado un tío con un elixir que aumentaba las cosas de tamaño, porque nos encontramos unos bancos del tamaño de autobuses:



Bueno, visitamos el lugar ese gratis aprovechando nuestra condición oficial de periodistas, y por la tarde nos fuimos a la zona de la puerta de Brandenburgo a hacer el directo de turno. EL sitio molaba un montón, se veía la puerta de frente. En esta foto tenéis a la presentadora que viajó conmigo (Marta) embutida en un bonito abrigo-aceituna que le dieron en la tele para estropear a quien salga en pantalla, y de paso para hacer juego con la iluminación de la puerta:



Pero lo divertido llegó al día siguiente. En el informativo de las 8.00 de la mañana teníamos que entrevistar al periodista este. Claro, este hombre tiene 80 años, y ya no está ihual que hace 20 años, cuando el tema del muro le llegó a un paso de la jubilación.

El domingo yo debía contactarle y decirle dónde era la entrevista, y quedar con él. Así que le llamo por teléfono al hotel donde se alojaba:

YO: "Buenas, soy Javier, de Telecinco"
Él: "hola"
YO: "Es por la entrevista que le íbamos a hacer mañana"
ÉL: "Ah sí... a qué hora??"
YO: "A las 8"
ÉL: "¿De la tarde?"
YO: "No, de la mañana"
ÉL: "Vaya... tengo una entrevista para la RAI a las 7.00, igual después... llámame por la noche y te confirmo".

El domingo por la noche, le llamo:

YO: "Buenas, soy Javier, de Telecinco"
Él: "hola"
YO: "Es por la entrevista que le íbamos a hacer mañana"
ÉL: "Ah sí... a qué hora??"
YO: "A las 8"
ÉL: "¿De la tarde?"
YO: "No, de la mañana"
ÉL: "Vaya... tengo una entrevista para la RAI a las 7.00, igual después..."

Yo en ese momento pensando: "Yo ya he vivido esto..."

YO: "Mire, mañana a las 7.30 le llamo a usted o a los de la RAI y me dice dónde está, porque su entrevista y la nuestra serán por la zona de la puerta de Brandenburgo igualmente".
ÉL: "De acuerdo. Entonces, ¿me llamas a las 7 de la tarde?"
YO: "No, de la mañana"
ÉL: "Pero tengo una entrevista..."
YO: "No te preocupes. Haz la entrevista con los italianos y luego ya me pondré en contacto contigo".

Y así se quedó el tema el domingo. Yo, sinceramente, lo veía muy complicado. Pero bueno, en peores me he visto.

Así que el lunes salgo del hotel a las 7 de la madrugada camino de la puerta de Bandenburgo (que por cierto, en alemán tiene nombre de hamburguesa: Brandenburger Tor). Llamo a los italianos y están fuera de cobertura. A las 7.45 consigo hablar con el hombre este:

YO: "Hola! Soy Javier, de telecinco"
ÉL: "Hola"
YO: "Estamos en la puerta, ¿dónde esta?"
ÉL: "En frente de la puerta, en una cafetería"

Por las señas que me dio estaba justo al otro lado, con lo que tenía que dar un pequeño rodeo para llegar allí. Dejé a Marta sóla haciendo un directo y me fui a buscarle. Le encontré en una cafetería y nos pusimos en marcha para ir al punto de directo. Bueno, en realidad me puse en marcha yo, porque él apenas avanzaba 10 cms a cada paso. Para loq que sí daba grandes saltos era para hablar de un tema u otro.

ÉL: "Me he hecho un esguince. Y no puedo andar bien."
YO: "Vaya..."
ÉL: "¿El directo es en el sitio ese alto?"
YO: "Sí"
ÉL: "Me lo hice bajando una escalera"
YO: "Qué mala suerte"
ÉL: "Fue muy emocionante"
YO: "¿El esguince?"
ÉL: "No, la caída del muro"
YO: "Ah! Claro, tuvo que ser tremendo"
ÉL: "¿Hay servicios en el punto de directo?"
YO: "No"
ÉL: "Cada vez que paso por debajo de la puerta de Brandenburgo me acuerdo"
YO: "¿de ir al servicio?"
ÉL: "No, de la caída del muro. ¿A qué hora es la entrevista?"
YO: "En 10 minutos"
ÉL: "Tengo que hacer pis"
YO: "¿Perdón?"

En ese momento, a un paso de subir a nuestro punto de directo, me suelta que quiere mear.

ÉL: "Voy a este árbol"

Y claro, la zona repleta de soldados y policías. Y yo pensando: a la comisaría. Qué digo a la comisaría, vamos al paredón. O a la cámara de gas. Y a ver cómo le explico yo al soldado de turno que es mi entrevistado y que tiró el muro.

Así que allí se paró él, junto a un árbol, y yo esprándole. Al cabo de unos segundos vuelve sonriente y dice estar listo. Subimos (muy despacio) los dos pisos hasta nuestra cámara. Allí, se le pasó todo el cansancio al ver que le entrevistaba Marta.

La entrevista fue más o menos bien, y al acabar hizo preguntas él, tipo: "¿estas casada?" o "¿por qué las mujeres españolas sois tan bellas?". De hecho, puede verse en esta foto, cómo se olvidó del alma caritativa que le fue a buscar y le esperó mientras meaba, para arrimarse a Marta:



Pero bueno, puedo decir que he acompañado a mear y entrevistado a alguien importante.

CONOCIENDO A MI COMUNIDAD

Breve apunte sobre mis nuevos vecinos:

Hace unas tres semanas a mi Amigo Pavo (AP) y a mí se nos ocurrió la brillante idea de poner nuestros nombres en el buzón, ya que el cartero no nos encontraba y devolvía todas las cartas. Pero en lugar de poner el típico papelito pequeño en la ranura d rigor como todo el mundo, hicimos un papel más grande donde pusimos en grande los dos nombres y lo pegamos con celo en el buzón, quedando mucho más vistoso que todos los demás.

A los dos días, en el rellano, me encuentro con una vecina:

Vecina Cotilla (VC): "Hola!! tú... ¿eres nuevo por aquí?"
YO: "Sí, bueno... vine en verano"
VC: "Ah! claro, eres del... 3º?"
YO: "Sí."
VC: "Ahhhh ya.. ya sé... que vives con..."
YO: "¿Si?"
VC: "Con... claro!! con..." intenta decir algo mirando a los buzones. Y empiezo a entender qué se le pasa por la cabeza. Así que intento esperar a ver qué dice.
Yo: "¿Con...?"
VC: "Síii!! ya sabes... que no vives sólo, que vive contigo tu..."
YO: "Mi...?"
VC: "Si hombre, tu..."
YO: "¿Compañero?"
VC: "ESOO!!! Tu compañero, ahí está."

Sonríe feliz y se va. Cuando vi a mi AP le dije que había rumores sobre nosotros en el vecindario. Y le encantó. De hecho propuso ir de la mano en el portal y en lugares públicos. Pero de momento, no lo hacemos. Aunque tienen que tener un culebrón montado al ver que entra mi Amiga Especial de vez en cuando... amigos varios de los dos... A ver cuándo me encuentro otra vez a la vecina.

Bueno gente, esto es todo por ahora. Os dejo una foto más de Berlín y la fiesta que montaron, con dominó gigante incluido.



Muaks!!

PD: ¿Habéis oído hablar de las técnicas motivacionales, en el trabajo, para empleados? ¡¡Pilar Rubio ficha por Telecinco...!!

1 comentario:

Tuso dijo...

Esde luego, en la foto parece más animado de lo que debía estar antes, je, je. Apareces en plan pegote ;-).

Buena anécdota.