21 de mayo de 2011

EXPERIENCIAS EN CANNES (IV)




Hola!

Como manda la tradición, por estas fechas vengo con noticias que contar de Cannes. Un año más me han mandado a Cannes al Festival de Cine, esta vez con récord de días de cobertura: 7.

El festival en sí ya me lo conozco bastante, y ya no caigo en errores como años pasados. Por ejemplo, no sufro avalanchas (experiencias en Cannes I, en mayo de 2008), no estrello botes de crema contra el techo de cristal de la cafetería vip (experiencias en Cannes II en mayo de 2008 también), no provoco inundaciones en baños de bares (experiencias en Cannes III en mayo de 2009), etc.

Pero algo tenía que pasar. Y mucho fue relacionado con una entrevista que teníamos que hacer. La entrevista era en directo a Antonio Banderas y Elena Anaya. Como los señoritos no se podían mover de un hotel, teníamos que ir allí a hacerla.

Así que un par de días antes me propuse acercarme para hablar con alguien del hotel y que me dijera qué opciones había para hacer la entrevista. Yo pensaba que me tocaría hablar con el de recepción de turno y ya está. Pero no fue así. Y me pilló un poco desprevenido.

LLego al hotel y entro en el hall, todo superlujoso. Me acerco a un recepcionista y le digo que vengo de una tele, y lo que queremos hacer en un par de días allí. Esto en mi súper francés de nivel básico (según mi curriculum) mezclado con inglés:

Yo: "Bonjour! Je come de une television espagnole; nos want to faire une connection live next wednesday from ici"

Me mira un poco raro y llama por teléfono. Mientras llama, girado para un lado para que no le oiga. En ese momento yo me quedo pensando mosqueado en qué está haciendo. Había tres opciones:

A) Llamaba a la directora de relaciones públicas del hotel para que viniera a recibirme.
B) Llamaba a seguridad para que me echaran de allí.
C) Llamaba a un traductor.

La verdad es que no sé qué hubiera preferido que pasara. El caso es que a los cinco minutos aparece ante mí la directora de relaciones públicas de Carlton. Una mujer de unos 35 años, vestida impecable con un traje marrón, melena, ataviada con un par de joyas aparentemente muy caras, y apestando a Chanel.

La mujer pasó delante de mí y yo dije "bonjour" educadamente, pero no contestó al verme aspecto de chusma. No le quito razón. Mi aspecto era un poco lamentable: Pantalones piratas, una bolsa llena de cosas de la tele cruzada, zapatillas, nada de colonia, restos de crema solar, y una camiseta de la marca "chupa chups" con un dibujo de una caja de chupachups con un mensaje como los del tabaco que decía "sucking does not kill", o lo que es lo mismo, "chupar no mata". El caso es que se acerca al conserje que le había llamado y tras hablar con él se gira hacia mí y me sondea con la mirada de arriba a abajo.

Su mirada fue de incredulidad, aunque sé que en el fondo pensaba que me veía súper atractivo y buenorro. Se me acercó:

Ella, en perfecto francés de anuncio de colonias: "Bonjour, monsier"

Yo en ese momento entendí que era ella la mega jefa que me tenía que autorizar el directo, así que mientras intentaba taparme el mensaje de mi camiseta de chupachups, hacía un esfuerzo sobrehumano para responder en francés sin meter la pata como ya me había pasado anteriormente en Francia cuando confundí "madmuasel" (escrito bien es "señorita"), con "mon cheri" (cariño mío, y para tíos).

Yo: "Bonjour madame"

Y le conté mi historia. Al principio no parecía mostrarse muy receptiva con mi propuesta, pero poco a poco, y a base de meterle frases como "you have a beautiful hotel" (tienes un hotel muy bonito), creo que le caí bien y me dio facilidades.

Pasaron dos días de ese traumático encuentro. El miércoles me planté allí otra vez ya con el técnico de la unidad móvil que me iba a hacer el directo en el hotel. Mientras esperamos a que vinieran otras dos personas, nos dio por tomar una coca cola en la cafetería del hotel. Pues error. Y vaya error. Vaya sablazo. Era como para montar una acampada delante. Y encima fui un poco lerdo. Porque pedí la cuenta y el otro me dijo que invitaba, ya que estábamos esperando a compañeros suyos. Yo insistí en que no, y pedí la cuenta. Mientras el camarero iba a por ella yo fui sacando el dinero. Vi en la cartera un billete de cinco euros para pagar ambas coca colas. Pensé: "es un sitio así pijo... no creo que llegue... igual si saco 7... por ahí andará". Así que puse sobre la barra los 7 euros. El camarero llegó con el papel y lo dejó mirando curioso los 7 euros que tenía listos.
Pues debió de pensar que era la propina, porque la cuenta que me trajo cobraba... 20 pavazos!!!! Aquí la prueba:



En fin, que el resto del festival fue bien, y sin novedades, salvo por dos cosas más.

Hicimos un reportaje a Chopard, la marca de joyería. Hace joyas carísisisisimas... y la palma de oro. Grabamos un poco con ella, y al final pregunté si me podía sacar una foto con ella. Me dijeron que sí, pero con guantes. Me puse unos guantes como de mayordomo, blancos, y cogí la caja, que resultó ser pelín pesada. Total, que se me resbaló un poco. Pero no llegó a caer!! La que sí se cayó del susto fue la señorita de Chopard, que me dijo que lo volviera a intentar pero con dos maromos enormes a los lados por si acaso. Foto de la palma avec moi:



Y lo último, y para acabar: ayer fue el último día que accedíamos al palacio del Festival. Al llegar, siempre pasas un control donde te miran la acreditación, y un segundo control donde primero te miran la bolsa que llevas, y luego te pasan un detector pequeño por brazos y piernas. El caso es que iba con mi bolsa y un portátil. Cuando llegué al registro de bolsas, no me las quité por no andar parando tanto al personal. La abrí delante de una mujer y ya está. Enseguida me dijo que siguiese a la fase del detector, que hacía otra mujer.
Esta segunda mujer, al verme llegar, me dijo algo en francés que fue lo siguiente:

"S'il vous plait deshabillez". La tía estaba de cachondeo, porque por lo visto decía "por favor desnúdese". Pero como no le entendí e iba cargado de cosas entendí que si me podía quitar las bolsas de encima para pasarme el detector ese. Así que le dije todo feliz:

Yo: "Oh, oui!!" E hice además de ir a quitarme las bolsas. Claro, la mujer se quedó a cuadros, diciendo entre risas:
Ellas: "Oh!! Monsieur!! nono... passez, passez..." Que pasara, que no hacía falta.

Se descojonaba pero sé que en el fondo quería verme.

EN fin, que esto ha sido todo. Ahora me esperan dos semanitas en Madrid, y luego vuelvo a irme... pero esta vez de vacaciones, a Perú!! Con mi Venerable Madre (VM), Honorable Padre (HP) y Hermano Rancio (HR), así que volveré con cosas para contar fijo.

Ciaooo!

4 comentarios:

Anónimo dijo...

Vaya con el Hotel, seguro que el menú del día vale 120 euros!!!
Besazo, Javi!! (Fdo. prima) Nos vemos!!

Unknown dijo...

Ya me he reido un rato, como siempre!
VM

Tuso dijo...

Ja, ja! Pensabas que ibas a Torremolinos con esa camiseta!! Ja, ja!

Anónimo dijo...

hahahhaa, no me acordaba del por qué había dejado de leer tu blog en el currelo... porque me matan los ataques de risas y doy mucho el cante!!!
Disfruta mucho de Perú y espero que nos podamos ver pronto que ya va siendo hora!
Un abrazo enooorme!
Maialen
PD. Sigue escribiendo :)